No lo creo. Pareciera existir un sensible incremento de #CrisisDeReputación en el día a día de #voceros de entidades del Gobierno, empresas y candidatos resultado del desconocimiento de principios básicos de #comunicación, a propósito de declaraciones y entrevistas ofrecidas a medios.
Lo atribuyo a un exceso de confianza, a la ausencia de reflexión sobre lo que se quiere comunicar, a un sesgo sobre cuáles son las audiencias importantes y, sobre todo, al desafortunado hábito de la #improvisación. Todo un festín para los #periodistas que sencillamente cumplen con su misión de informar.
Y cuando los errores cometidos por los voceros, el candidato, el gerente, el empresario, el ministro, la vicepresidenta, Etc.; se convierten en tendencia y generan una crisis de reputación, las #excusas automáticas son muy parecidas:
- – ¡Es que me sacaron de contexto!
- – Ojo que están creando una narrativa periodística.
- – Es que yo soy así.
Sin embargo, es hora de recordar algunas realidades:
- El contexto lo da o lo omite el funcionario.
- Las narrativas SIEMPRE han existido y todos tienen una, por acción u omisión.
- Y, la prioridad en el mensaje no somos nosotros, sino nuestras audiencias. Por esta razón respuestas como «gústele al que le guste», son lesivas para la reputación de un vocero.
Infortunadamente están siendo ignorados de manera frecuente algunos principios básicos de la comunicación que, sabiamente aplicados por los voceros, les ahorrarían muchos dolores de cabeza y, por el contrario, potenciaría los mensajes que necesitan dar y sobre todo priorizar.
Me atrevo a formular algunos:
- La comunicación no trata sobre lo que el vocero quiso decir, con todo y sus buenas intenciones, sino sobre cómo sus audiencias perciben lo que dijo.
- Si se quiere trascender como vocero, es necesario interiorizar esto: El único y absoluto responsable de su mensaje y la forma en que lo comunica es el vocero.
- No importa qué tan capcioso, seductor, agresivo o invasivo sea un periodista al formular sus preguntas. El vocero SIEMPRE podrá responder lo que quiera, para bien o para mal, y SIEMPRE tendrá el control. Que no esté entrenado y se deje provocar, es diferente.
- Improvisar el mensaje al dar entrevistas o declaraciones es el mejor combustible para crear una crisis de reputación.
- Las crisis de reputación más graves no siempre las desata una frase o un hecho desafortunado, sino los pésimos intentos por controlarlas.
Ciertamente algunos medios pueden asumir posiciones ideológicas y sus periodistas buscar enforques y reacciones que refuercen sus intereses, pero también es cierto que ningún vocero es obligado a la fuerza a dar declaraciones.
En toda crisis hay un aprendizaje:
La construcción del mensaje exige tener en cuenta a todas nuestras audiencias
Los mensajes debe ser previamente debatidos y filtrados para evitar ideas inapropiadas
Un vocero reconoce el trabajo periodístico y aprende cómo manejar la presión
Un vocero no supone, no inventa, no miente, no blufea, no especula…
Cuando el trueno suena, es tarde para construir el arca. Es mejor estar preparados. www.tallerdemediosmw.com
